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Omega 3: consumo de frutos secos o pescado favorece el sistema inmunológico

  • Este elemento favorece la salud cardiovascular, el desarrollo cognitivo y tiene un efecto anti-inflamatorio, entre otros efectos positivos.

Los ácidos grasos Omega 3 son muy importantes para el organismo, ya que son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, específicamente para el correcto trabajo del sistema inmunológico, la adecuada formación de la retina y la actividad de neuronas y transmisiones químicas, entre otras. Es decir, un alimento esencial para nuestro cuerpo.

“Sin embargo, el organismo no sintetiza por sí mismo este elemento, por lo que es fundamental incorporarlo en la dieta a través de la alimentación habitual. Diversos estudios avalan sus beneficios, pero su prevalencia en el consumo de la mayoría de las personas es muy baja”, destaca María Clara Caetano, Coordinadora de Servicios Técnicos del Área de Nutrición Humana de BASF América Latina.

El Omega 3 puede ser naturalmente encontrado en productos de origen vegetal y animal. Las principales fuentes de origen vegetal proporcionan el llamado Omega 3 ALA (ácido alfa linolénico), que está presente en aceites vegetales de soya, linaza y colza. Por su parte, las fuentes de origen animal pueden proporcionar otros dos tipos de Omega 3: el EPA (ácido eicosapentaenóico), que se puede obtener en aceites de pescados marinos, como salmón o bacalao, y el DHA (ácido docosahexaenóico), que se encuentra en el aceite de atún y en microalgas.

Según la experta de BASF, múltiples estudios clínicos han comprobado los beneficios a la salud que proporcionan especialmente los Omega 3 EPA y DHA, sobre todo en la salud cardiovascular, el desarrollo cognitivo, producen un efecto anti-inflamatorio, entre otros, logrando reducir la incidencia de enfermedades relacionadas al corazón y muertes por problemas cardiacos, la obesidad y otras condiciones como la diabetes tipo 2, mejora el desarrollo cerebral de los niños, y mantiene una buena salud mental, evitando trastornos del estado del ánimo.

También tiene una repercusión positiva si la madre lo consume desde el embarazo. Hay evidencia que los niños expuestos a los Omega 3 durante este periodo y desde una temprana edad tienden a ser más atentos y muestran mejor comportamiento.

En este contexto, BASF señala que hay que para incrementar los niveles de Omega 3 consumiendo los siguientes alimentos:

  • Pescado azul.
  • Productos marinos en general
  • Frutos secos como el higo, pasas, almendras, nueces, avellanas..
  • Semillas como la chía y lino.
  • En el huevo, específicamente en la yema.
  • Soya.
  • Aceite de oliva y de pepita de uva.
  • Verduras y frutas como espinacas, lechuga, pepinos, piña y frutillas.
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