¿Desde qué edad los niños pueden practicar yoga?

• ¿Es bueno para los niños hacer deporte, específicamente yoga? Esta práctica milenaria es prácticamente un boom pero servirá también para los más pequeños. 

Por Francisca Orellana

Practicar yoga se ha vuelto cada vez más popular. Hay de diferentes tipos y si bien dicen que esta técnica milenaria es  una actividad física bastante sana, ¿pueden los niños practicarlo? 

El profesor de yoga y dueño de Ramadasa, Patricio Lagos responde que sí. «Los niños de cualquier edad pueden practicar yoga y es bueno que lo hagan porque enriquece su desarrollo infantil. En específico, les ayuda a la confianza, el autoestima. Los incentiva a trabajar positivamente en grupo, a compartir tiempo libre con otros niños. Trabajan su confianza. El tema de la frustración que tantos dolores de cabeza nos da a los adultos, y qué mejor que aprender desde pequeños a aceptar los procesos», explica. 

Además del beneficio psicosocial que implica hacer yoga, también tiene un impacto en el desarrollo físico de los más pequeños. «Ayuda a mejorar posturas, a entender y conocer el cuerpo, su movimiento. Tomar conciencia de ello. Aprender sobre la respiración, aprender a respirar correctamente, que son puntos clave en la salud», explica. 

¿Desde que edad es recomendable? Desde los tres años en adelante se recomienda a los niños incursionar en la práctica de las múltiples posturas que tiene el yoga. «Obviamente, mientras más grande,hay mayor entendimiento obvio de la práctica, pero no olvidemos la sutileza de los más pequeños, que lo bello de los niños es que pueden captar siempre lo más simple de las cosas y simplemente dejarlo fluir», comenta.

Agrega que «hay que recordar, además, que las clases de yoga para niños suman su parte lúdica. Cuando hablamos de niños bien pequeños, es algo así como contar un cuento, por ejemplo, con animales, y con ellos se usan para definir las posturas», ejemplifica. 

Por ello, si estás buscando alguna clase de yoga para los más pequeños, el especialista señala:

• Explicarles bien a los niños de qué trata, obviamente en forma simple y entretenida. 
• Que el instructor o instructora sea certificado/a en yoga para niños, pues tendrá las herramientas necesarias para guiar la clase.
• No presionar a los niños para que haga todas las posturas. Hay que dejar que esto pase, sin obligar, sin esperar quizá, a momentos, tanta atención por parte de ellos, por ejemplo. Todo es parte del proceso. Dejarlos que sean ellos mismos, dentro del marco de lo que significa una clase de yoga, y todo aporta al desarrollo de ellos.