Autoestima, bienestar y control: los beneficios en la salud emocional con sólo algo de ejercicio
Mejorar la autoestima, el autocontrol y la motivación son consecuencia directa de la práctica habitual del entrenamiento. La explicación reside en el metabolismo, que provoca la demanda de energía, y en las hormonas (como adrenalina, serotonina y endorfina) que intervienen en estos mecanismos.
Diana González Abarisqueta, entrenadora personal y manager de Infinit Fitness La Moraleja, nos explica que la práctica habitual de ejercicio trae consigo ventajas físicas es algo que no escapa a nadie. Pero no debe olvidarse la sensación de bienestar con uno mismo.
“Cualquiera que practique deporte conoce el poder de la mente sobre el cuerpo», explica Diana González Abarisqueta, entrenadora personal y manager de Infinit Fitness La Moraleja. «Aunque si bien esta frase se entiende desde el plano de la actitud y la psique, en realidad la explicación más tangible se encuentra en la biología humana, y concretamente en las hormonas”.
Según sostiene esta experta en salud y forma física, «la demanda de energía que genera el ejercicio provoca la liberación de adrenalina. Su efecto es causar cierta dosis de euforia, aunque su objetivo es poner el corazón a tono con las necesidades circulatorias. Además, el organismo segrega endorfina, hormona asociada al placer, que a pesar de que facilita la relajación, también ayuda a aumentar la atención, los reflejos, y a potenciar el rendimiento». Por su parte, la acción de la serotonina es parecida a la de ingerir un analgésico, no sólo controla la temperatura del cuerpo, también mitiga la sensación de ansiedad o la depresión.
El organismo segrega endorfina, hormona asociada al placer, que a pesar de que facilita la relajación, también ayuda a aumentar la atención, los reflejos, y a potenciar el rendimiento»
Pero además de estos efectos, la práctica regular de ejercicio también proporciona hasta tres consecuencias positivas para la salud mental, como señala Diana González Abarisqueta:
–Autoestima: “Aumenta la sensación de estar a gusto con uno mismo, pues los efectos del entrenamiento nos hacen vernos más esbeltos y atractivos, y más “observados” por los demás. La ropa nos queda mejor y eso nos causa placer”.
–Autocontrol: “Pues cuanto más ejercicio practicamos, y notamos sus beneficios, más implicados estamos no sólo para continuar, sino incluso para ir más allá, para salir de la’ zona de confort’ y rendir mejor; y todo eso se traslada también a la vida cotidiana”.
–Motivación: “Este deriva de los anteriores, y puede ser un poco más subjetivo, pero trabajar el autocontrol de las emociones e incrementar la capacidad de tolerar el estrés resulta también muy gratificante”.
FUENTE: http://www.republica.com
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