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¿Eres de las que se preocupa de lo que comes? Entérate acá

¿Eres de las personas que te detienes a leer la información nutricional que viene en el envase de un producto?

La realidad es que, salvo las personas con alergias o intolerancias alimentarias que se ven obligadas a ello,  la gran mayoría de los consumidores no se paran a ver ni siquiera el listado de ingredientes. Si te preocupa lo que comes, el punto de partida debe ser una compra saludable eligiendo los productos adecuados. Esto implica invertir unos minutos más en el supermercado pero es la única manera de saber qué compras, y por tanto qué te vas a comer.

Se puede decir que hay poca información sencilla y clara a pie de calle para saber interpretar la información de una etiqueta nutricional. A ello se suma el continuo bombardeo de declaraciones nutricionales del tipo “natural”, “light”, “bajo en…”, “rico en…”, “sin…”, “0 %…” que pueden hacer que acabes comprando un producto que no es realmente lo que buscas. Para que esto no te ocurre aquí tienes 7 puntos importantes a tener en cuenta cuando mires la información de una etiqueta nutricional:

Las apariencias engañan

No te fíes de lo que primero que lees en la cara frontal del envase. Es lo que el fabricante quiere que veas, y no es que la información sea falsa, pero sí en muchas ocasiones incompleta y confusa. Gira el envase y detente en el listado de ingredientes, te dará idea de si es o no el producto que buscas.

Orden del listado de ingredientes

Los ingredientes están ordenados de mayor a menor proporción, es decir los primeros ingredientes son los que están presentes en mayor cantidad en el producto.

Mira por 100 g o por 100 ml y no por ración

Siempre debes mirar la información nutricional por 100 gramos y no por ración ya que depende de la cantidad que comas el aporte de calorías y de los diferentes nutrientes variará.

No te centres en las calorías

Lo importante no son las calorías que aporta un alimento sino de donde proceden esas calorías. Puedes encontrar dos productos con el mismo aporte de energía (Kcal) pero que la cantidad de nutrientes como los hidratos de carbono (especialmente azúcares) y grasas varíe haciendo que uno sea nutricionalmente más adecuado que otro.

Compara entre productos

Dentro de un mismo producto el tipo y la cantidad de ingredientes puede ser diferente según la marca. Por ejemplo si comparamos dos marcas de crema de verduras, la proporción de verduras puede variar, puede incluir o no alimentos como nata, mantequilla o leche y puede tener más o menos cantidad de sal entre otras diferencias.

No todas las grasas son iguales

En la información nutricional puedes ver, del contenido total de grasa, la proporción que hay de grasas saturadas que son nocivas para tu salud cardiovascular y que por tanto conviene evitar.

Fecha de caducidad vs Consumo preferente.

La fecha de caducidad marca el tiempo límite para poder consumir ese producto ya que a partir de ese día su consumo puede suponer un riesgo para la salud debido a su deterioro. Sin embargo el consumo preferente indica la fecha a partir de la cual el alimento puede perder propiedades mermando su calidad pero  en ningún caso su consumo supone un riesgo.

Te recomiendo que antes de comprar siempre te fijes en este dato, especialmente si es un producto con fecha de caducidad.

Fuente: www.blogs.womenshealth.es

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